miércoles, 13 de marzo de 2013

¿Y si Google Glass no fuera una excentricidad sino una revolución?

No se habla de otra cosa. Como saben, se está celebrando en la ciudad estadounidense de Austin, el célebre South by Southwest (SXSW), un certamen multidisciplinar en el que se da rienda suelta a la creatividad en diferentes ámbitos. Y como no podía ser de otra manera, en localidad tejana ha brillado con luz propia Google Glass, el último invento de los de Mountain View que está copando los titulares de todos los medios. 

Este producto que combina la realidad aumentada con unas gafas más o menos convencionales, va consolidándose como una apuesta seria en la que Google se juega mucho, y se presenta como un auténtico punto de inflexión en lo que respecta a la tecnología. Ya saben, o los de California consiguen abrir brecha con un 'gadget' transgresor o el batacazo será sonado.

Google planea comercializar estas futuristas gafas a finales de año y aunque el goteo de información es constante, lo último que hemos sabido de las mismas ha sido en el marco del mencionado certamen, en el que se ha mostrado toda una colección de 'apps' de primer nivel que soportarán las futuristas gafas. Google lo tiene claro: el futuro de la tecnología pasa por sistemas integrados como el que propone. La idea es sencilla: un usuario con las gafas puede acceder sin mover un solo dedo a la mayoría de las funciones que hasta la fecha requerían la interacción física del usuario. Google suple ésta con la voz y la entrada de información con una proyección sobre la lente. ¿Es una excentricidad de futuro o tiene realmente una aplicación útil?

A vueltas con la privacidad

Conscientes de que este será sin duda el gran reto, los de Sergey Brin y Larry Page no paran de destilar vídeos en los que podemos ver a usuarios felices viviendo situaciones cotidianas en lo que sacan chispas a las gafas. El último vídeo ha sido presentado precisamente en SXSW y en este sentido, el mayorista ConAgra Foods ha elaborado junto con Google un detallado vídeo en el que puede apreciarse a dos amigas haciendo la compra y empleando al máximo las prestaciones de las gafas. Lo cierto es que viendo estos vídeos uno parece necesitar ese par de gafas ya, y desde luego, parece claro que el futuro pasa por Google Glass. Pero no es oro todo lo que reluce.

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